sábado, 25 de septiembre de 2010

SIN RECREO

Un intento, el original, otro intento y otro más...









Vale. Era una reproducción muy mala. Pero yo también. Inocencio X. Velázquez. Y yo probando pinceles con el amigo sevillano como en un pelea a espada de broma. Nunca me he sentido más sparring vendido. No hay bromas en esto. Qué monstruo, Don Diego. Ole sus huevos, a palo seco y sin corregir una pincelada. Da escalofríos. El Pintor. Joder, joder, joder. Nuevo intento por la mañana. Mejor reproducción. Tampoquito. Y otra más. Retampoco. Por cierto, no he conocido a nadie tan malvado en mi vida. Miedo da trazarle la boca, o los ojos. Pobre Velázquez, los encarguitos que tenía que comerse.

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