martes, 1 de diciembre de 2009

MENSAJE AL BUITRE

Mi ordenador Valentín da un alarido cada vez que aparece el buitre: Error de Sistema, conflicto de dirección IP en la red. O algo parecido. Más o menos sé qué significa. Algún hijoputa ha conseguido copiar mi IP de un sitio clave y me roba la señal WIFI. ¿Tan malo es compartir? He dicho ROBAR. Cuando el buitre aparece a mí se me cae la señal o en algunos sitios me acusan de exceder el límite de descargas o similar. Con lo cual uno no comparte. Uno se jode. Y es probable que el agujero provenga de este mismo blog, umbral no sólo a mi cabeza, sino a detalles tal vez fundamentales de mi pobre ordenador Valentín. Hasta que mi amigo arreglalotodo Jesús no me dé un espantabuitres ad hoc (una escopeta de perdigones de un giga estaría bien), vaya este mensaje para el carroñero, por si me está leyendo, el cabronazo:
Yo, de Prometeo Encadenado, nada de nada, chavalote, comemierda; te voy a cortar el módem (las alas de tu libertad) cada vez que aparezcas por casa, para que te dejes las garras tecleando otra dirección robada IP, aunque yo me tenga que poner a hacer ganchillo con la antena Wifi en una mano y mi polla en la otra. Le vas a robar la señal al consolador inalámbrico de tu puta madre, mamón. Y olvídate de meterme ningún troyano. Homero y yo, fifty-fifty, subnormal. Te suelto mis antivirus alemanes, los americanos y los ingleses, y sales más corrido que el gallo Claudio, payaso. La última vez que me entró un virus fue por jugar al ping-pong on line. No quieras que juguemos a lo mismo con tu cabeza de culo de cabra, por si asomas. Hace tiempo que dejé de tener el escudo antivirus más abollado que la cantimplora de un loco, así que hasta puede que te hayas metido en un lío, hacker de los huevos Kinder. Que hay que ser chungo de cojones para quitarle la señal a un currito de Lavapiés en lugar de quitársela a la wifi de la UNED, que está en la misma plaza y tiene que tener hasta máquina de café, una de esas que dan la cagalera preferida de la gente también con pluma como tú, los maricones: larga, intensa, urgente, repetida y mañanera. Perdona si en la foto de arriba has quedado demasiado realista, capullo. Lo siento. Ha sido el viento del enfado. Sin esta mala hostia que me entra cuando pienso en ti colándote en mi casa, con algo más de tolerancia democrática, entre tú y yo, pollo, que sepas que habría preferido colgar la foto en la que sales con cara de disfrute cuando te estaba violando mundanamente tu tito, el informático que te inició en todo esto de dar por culo. Cuando quieras vuelves a por otra, rebujamierda. Ovíparo.
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Fin del mensaje al buitre.
Disculpen los demás.

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