martes, 2 de diciembre de 2008

AHORRO DE PAPEL

De pequeño, los cuadernos de dibujo eran caros. Hoy son aún más caros pero la solvencia es algo mayor. Entonces había que aprovechar cada hoja al máximo. Los folios eran un lujo. El blanco era un derroche. Es tremendo descubrir de adulto que lo fundamental de cualquier acuarela es lo que no se pinta: el color que trae el papel. Ese blanco precisamente. Y volvemos a la nada de Sartre, pero como gustito existencial y báculo del guerrero. Lo de arriba es por llevarme la contraria y atiborrar. Batiburrillo sugerido por un cómic de Mignola, al libre albedrío, que quiere decir sin mucha fortuna. Reconocible, Hellboy, claro.

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