jueves, 2 de octubre de 2008

EL NARANJO DE BULNES ES UN BAR


En el interín de ir llevando la cuenta de arriba, como a media altura, a mí se me rompen las gafas. Necesito una montura nueva y salgo del bar a toda prisa, que era ya tarde avanzada. Cuando vengo de la óptica con las gafas arregladas, me encuentro con una cuenta a la medida, por si la aventura del apaño en la plaza no hubiera llegado a buen puerto y necesitara ver los números en grande. Por eso las dos cuentas y la gracia que tiene ser parroquiano de un bar así: EL NARANJO DE BULNES, C/ SALITRE, 44. Lavapiés, por supuesto. El papelito escaneado de arriba mide lo que un papel de fumar. El folio de abajo sí es un señor folio y ha habido que reducirlo. Ole. Especialmente emotiva la nota: "Cuentas grandes, precios pequeños". Jose al rotulador y a la barra, Adelina a la cocina, y Pepe a los paseos. Ojo, que hay media barra invitada. No todo es mío, coño. Donde pone medida, quiere decir lo que le falta a lo que me queda de tónica para ser otro gintónic. Y que entienda el que mida. Altamente recomendables las albóndigas, los boquerones, los callos y la tortilla en su salsa. Mus y dominó mañana, tarde y noche. Ajedrez los miércoles por la noche. Abstenerse gilipollas y turistas.


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