domingo, 7 de septiembre de 2008

VUNVURI

Un tipo con la pinta de gilipollas de Bunbury (una plastilina de Dylan y de Morrison) sólo podía acabar plagiando a un poeta recóndito, contundente y muerto como Casariego. Señores, que este individuo le puso de nombre a su banda de rock "Los Héroes del Silencio" y nadie le partió la cara en su momento. Sólo hay otro nombre de grupo más imbécil: "Los Violadores del Verso". Aquí parece que nadie ha leído a Dostoievski temblando. Qué mundo payaso. Y yo.

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