viernes, 16 de agosto de 2024

¡VIVA LA BAÑEZA!

 


Parece que La Bañeza se ha propuesto ser punta de lanza grafitera y tienen un festival que junta a los artistas más gamberros, los gamberros más artistas con patente de corso, que le pegan un barrido de color y motivos al pueblo que lo revolucionan de arriba abajo (fachadas mediante), y lo dejan pintón pintón, del género "León subversivo", cuidado con nosotros. Cojonudo, porque el pueblo ya tiene su hueco en ser ariete del Arte Urbano... ¡en la España vaciada! Aquí podéis ver el enlace con la noticia, que la da hoy Eldiario.es. Ahora, dos anécdotas de cuando estuve currando por allí. Íbamos a rodar en la plaza una secuencia con camiones y toda la parafernalia, y en los preparativos con el equipo y los ensayos, natural que se acercaran curiosos y lugareños. En particular, me fijo en un grupo de abuelillos, de los de boina y garrota, que están mirando muy de cerca el dron que vamos a usar y que tenemos en reposo sobre una manta en el suelo; lo acabamos de comprar y vamos a romper la pana en el mercado de documentales "low cost" con unos cenitales de lo más modernos. Ya. El técnico que va a pilotarlo lo levanta del suelo amablemente y se lo acerca a los abuelos para que lo miren bien, tanto que les atraía el cacharro que llevábamos desde la capital, y les dice: "Es un dron". A mí me suena como de película de Tarzán, pero estamos mostrándoles la civilización "yuyu" a los indígenas, somos de Madrid Madrid, la cuna de la magia del hombre blanco, y no Pasa Nada. Tras echarle un ojo de experto, uno de los viejos nos contesta, manos a la espalda: "Sí, un dron, pero de los baratos". Casi me meo allí mismo... Luego, a la hora de comer, tardísimo, entramos en tromba en el único sitio abierto: por dios que nos dieran alubias, las alubias legendarias, las súper alubias de La Bañeza, que el rodaje era una puta excusa y que habíamos ido de Madrid hasta León sólo para comer un plato de esas alubias mágicas... No había. En desagravio, nos dieron ¿cocido leonés? ¿botillo? ¿cecina?... Nos dieron lasaña. Riquísima, pero lasaña. Más italiana que Sofía Loren, en La Bañeza. Qué bien me lo pasé ese día. Arriba, un grafiti de la artista Ana Corazón. Magnífico. Ya sabéis lo que me gusta esa estética y lo que se la aprecia en este blog. Vivan esas abuelas. Va fino el verano. Si no hay alubias, lasaña; si no hay alubias, abuelas, y playa en La Bañeza, que tienen para aburrir, como nos hace constar la artista... Y si ahora digo "La Bañeza, qué Bañazo", que alguien me sacrifique de un garrotazo en la nuca y tampoco Pasa Nada.

domingo, 11 de agosto de 2024

LAS ORCAS CADA VEZ SE ATREVEN A MÁS...


Ya son muchos los episodios en los que las orcas se han acercado peligrosamente a barcos tripulados, a vela y a motor, para alarma de tripulaciones y pasajeros. Un comportamiento inusual en este tipo de animales hasta hace bien poco, sin que zoólogos marinos y científicos de toda índole hayan logrado explicar todavía la etología de una conducta tan atrevida y temeraria que está causando más de un paro cardiaco en el mar e, incluso, tierra adentro. El último e insólito incidente entre orcas y humanos, se produjo ayer tarde en las inmediaciones del paseo marítimo de Fuengirola, a unos cincuenta metros del mar Mediterráneo, y junto a un cajero automático, donde fueron avistados varios de estos ejemplares nadando en actitud sospechosa alrededor de una de estas máquinas y otro de ellos comprando un cupón de la ONCE en un quiosco cercano (otros dicen que un "rasca y gana"). ¿Serán atraídas estas criaturas por el olor a tiburones financieros que desprenden estas máquinas? ¿Por las caras de besugos que se les quedan a algunos usuarios tecleando como bobos a las órdenes de una pantallita? ¿Es seguro sacar dinero en las calles de Fuengirola? ¿Es demasiado pronto o estamos a punto de conocer a qué sabe la Orca en Adobo en los chiringuitos andaluces?

SORPRESAS DE LA MIOPÍA, CONSUELOS DE LA PRESBICIA...


¿Es un torero con metralleta o no es un torero con metralleta, o por lo menos armado? Bonito flash de repente pasando a Internacional en las páginas de El País... Cachis la mar, mirando más de cerca y leyendo el contenido del artículo, la foto de arriba en realidad es la de un cadete en la base militar mejicana de El Ciprés, que ya les vale, también, qué cantidad de información la que se nos proporciona desde el "fotoperiodismo"... 

 

viernes, 9 de agosto de 2024

IMPRESIONANTE CRISTINA VÁZQUEZ

 


Acuarela de Cristina Vázquez, foto El País

Alegrón tremendo de ver el arte de esta mujer y la sencilla filosofía con la que se maneja. Cristina Vázquez, entre Cáceres, Huelva, Sevilla y Málaga, 51 años. Pasea por la playa de Matalascañas, disfruta, ve disfrutar, y saca fotos. La gente y el gozo, su material de trabajo para pasar luego el instante a la acuarela o al óleo en su taller. Y parece que triunfa. Que la gente se rifa esos cuadros. Me suenan tanto a mis "Estampitas de la Virgen" y "Las Candelarias" (creo que las llamé así) y en general a mis estampitas de verano, por sus motivos y "composiciones" (el azar ayuda, pero se buscan), que no he podido reprimirme y pegar algunas ilustraciones de las suyas. Impresionantes al detalle, según el tamaño de su mano.





Y ya "puestos", pongo yo algunas de las mías, para que veáis que no contrastan en absoluto... Salvando las distancias, claro, que lo mío es con lápiz óptico, leche.










miércoles, 7 de agosto de 2024

AURELIA EN EL RECUERDO


Me dieron ayer una noticia espantosa: "Ha muerto Aurelia". Me la dio Teresa, una amiga, desde Torrejón. Se ve que salgo poco últimamente por el foro... Pensar que me voy ahora a la calle y que no la veré más... Hace miles de años la dibujé con su cara feliz de los bares, su luz de fiesta, sus kilos de vividora, arriba (sí, es ella, con Corel antediluviano), Aurelia, casi diría que en la Taberna de los Navares, con una copa de vino en la mano, un cigarrillo rubio en la otra, y con la Chus poniendo cañas a su espalda, Raquel vendiendo tabaco y ajetes en la puerta, y a lo mejor Tomasito eufórico en pleno Camino del Hoyo jaleado por palmas, quizá un fotograma antes, un fotograma después... Así la conocí de primeras y así me divertía y lo pasaba en grande escuchando sus coplas gaditanas (tenía siempre medio corazón en Andalucía), sus incendiarias soflamas comunistas (compartidas), sus berrinches contra la injusticia (solidarios los dos), el recuerdo de sus tardes riendo por las calles y los garitos de Cádiz, ese arte para el humor, sus recuerdos de cuando estuvo invitada en un viaje a China y lo pasó reguleras, o aquella vez que se descojonó al final de un mitin del PCE, delegada de algo en el escenario (una luchadora feroz por la vivienda pública y contra los desahucios), cuando ella y dos o tres gorditas más se vieron cantando La Internacional y su "en pie famélica legión" y se miraron entre ellas partidas de risa, en pie las "famélicas", qué lujo recordar su manera de contar el instante, eso era de verdad la política para ella... O escucharla cuando recordaba (siempre los ojos brillantes) las aventuras de su madre, la mítica churrera del bar Jesusín (quien lo conoció lo sabe) que reventaba con su clavel colorao' la grisura y la tristeza de los tiempos de Franco en el Madrid más castizo, sabe nadie si el Campillo de Manuela no tiene ese nombre por la "señá" Manuela en su honor, pero esta semana debe oler a churros y aguardiente y poltergeist hasta arriba (ven aquí, Iker Jiménez, que sales escopeteao')... Luego pasó un cáncer maldito que la quitó de fumar y adelgazó su cuerpo y su voz hasta dejarla casi irreconocible, aunque seguía siendo Aurelia en esencia, en frasquito pequeño, formato duende andarín por terrazas y plazas, coqueta, guapísima, bastante disminuida por el tratamiento y las secuelas de la quimio, naturalmente, pero todavía cantando y soltando frescas, lo que le daba de sí la garganta (empezó a hablar más por los ojos), ahora echándole cocaína al vino tinto (espesante) y miradas retrecheras a los varones de su gusto: una mirada "vegana" de Aurelia era más carnívora y depredadora que la de la adolescente más fiera de Lavapiés... Terror de fascistas, pánico de mediocres, martillo de tontos, tenía la gracia de quererte porque sí y no había más que hablar y te defendía el nombre y hasta la sombra como en una copla antigua, si le caías bien... Y nos caíamos bien. Yo le contaba chistes subidos de tono o raros de cojones y ella se reía a carcajadas, decía que "le alegraba la vida", y se pedía otro rioja con cocaína en la terraza del extinto Revuelta (esto también le habría sacado la risa o un codito de los suyos); yo ejercía de andaluz desastre y desclasado (con acento malagueño sólo cuando me acordaba de mi madre, casi como ella) y Aurelia se hacía la francesa con sus delicadas boinas violetas o rojas preguntándome por mi mujer o ciscándose en los políticos reaccionarios que nos estaban rodeando por todas partes, a nosotros, más rojos que el culo de un mandril, secuestrados por una patulea de fachas estúpidos y corruptos sin gracia ninguna... La he visto escandalizar a barras enteras hablando de su virgen románica... La he visto desconcertar a camareros con su pestañeo y su sonrisa guasona... La he visto convertirse en el centro de atención en los bares cuando se ponía en plan flamenca y de allí salía un amago de Carmen Amaya o la Pasionaria harta de vino y de razón peleando contra un abuso o despotricando contra los bancos... La he visto subir Lavapiés arriba con una bolsa de la farmacia con más elegancia que Greta Garbo llevando un foulard en la mano... Ah, aquel cumpleaños suyo en el "Mano a Mano", tanto amor, tantas risas y tanto arroz distinto y exquisito rodeada de amigos, regalos, canciones, bulla, disparates, el cocinero dándolo todo, el restaurante entero alborotado... Su pena, su cabreo, por tener que hacer puré con aquellas recetas y aquella maña que se daba para la cocina que hasta las vecinas salían ávidas a las ventanas a preguntar qué delicia estaba guisando la Aurelia y era un cordero con patatas o unos flamenquines al Oporto de chuparse los dedos, pero que irremediablemente tenía que pasar por el chino si quería catarlos ella misma por culpa de las secuelas del cáncer... Qué tontería acordarme ahora del negocio con que íbamos a reventar la Nasa envasando esos purés y haciendo pastillas para los astronautas, mejor si eran astronautas españoles, que con eso ganábamos la carrera espacial fijo y a los extranjeros una píldora de cocido madrileño les iba a dar diarrea, pobrecillos... Hoy te hago puré con el Taj Majal como si fuera un monumento funerario en tu honor, Aurelia, una escultura de tocino de cielo con la Torre Eiffel, que estamos de olimpiadas, y un gintónic gigante, pero gigante de dar buena sombra y con pompitas chulas (nunca nos faltará la risa) al puto Valle de los Caídos, por toda la verdad, la honestidad y la alegría de vivir con las que te paseaste entre nosotros porque sí, porque era tu barrio y porque éramos tu gente... Descansa en paz, amiga. Que la tierra te sea leve. O el aire. Ya puedes levantar del todo los brazos. Y unas bravas con cervecita en cuanto pueda. En tu recuerdo.

domingo, 4 de agosto de 2024

QUÉ CRUEL TODO


Pobre Carolina.
Toda espíritu, sin medalla por una rodilla.
He oído su llanto por la radio, entre gritos, muy confuso todo, muy lejos, y me ha conmovido la mujer.
Creo que somos más de uno los que echamos lágrimas contigo.
Para estos casos, amigos, música y alcohol. La vida es larga.