A SU PRIMERA BICI MI ABUELO LE PUSO "LOPE DE VEGA" POR LO TARDE QUE SE LA HABÍAN REGALADO. "LOWON" TAMBIÉN ES UN VIEJO NICK, DE CUANDO EN LOS CHATS SE BEBÍA Y HABÍA MONSTRUOS. SIRVA TAMBIÉN PARA ESTE CUADERNO QUE EMPIEZA. DE LOS TEXTOS E ILUSTRACIONES QUE CONTENGA, SALVO MENCIÓN O CITA EXPRESA, Y MÁS POR LOS MERODEOS POLICIALES QUE LOS PROPIOS DE LA VANIDAD, SOY YO EL ÚNICO AUTOR Y RESPONSABLE A TODOS LOS EFECTOS, Y AFECTOS, SI LOS HUBIERE. (2007)
Y me gusta, Tecla, me gusta... Podemos es lo que me hace tener esperanzas todavía. Y si estás con la gente, con la gente de verdad, NO hay ninguna razón para votar a otro partido. Ni muerto. Estuve tentado de poner IU y PSOE en las etiquetas de los dos fiambres, pero mejor dejarlo abierto... Juás. Gracias por comentar, moza.
Uy, Lowon. Qué peso me quitas de encima. Venía a borrar mi comentario y luego poner algo más suave. No tenemos otra opción mejor y Podemos son los únicos que nos hacen tener esperanza. Leí un artículo de Fernando Onega en La Vanguardia del sábado y que te recomiendo. Si no lo puedes conseguir me lo dices y buscaría la manera de enviártelo.
L. N. J. Te sugiero que leas el artículo de opinión que Fernando Ónega ha publicado hace dos días en el diario La Vanguardia y que más abajo transcribo y lo comprenderás mejor. Saludos
Tecla, mi dirección de correo @ figura arribota en la página principal del blog. Ahí me lo puedes mandar. Sin dejar datos sueltos por ahí. Graaaaacias.
Lowon, por más que lo he buscado no lo he visto. Debo de ser una torpe, pero no veo ninguna dirección que ponga @ en la parte de arriba de tu blog, ni tampoco en tu perfil. Y mira que me hacía ilusión enviarte la página 23, así, tal cual venía publicada.
PODEMOS YA GOBIERNA
El pasado lunes Josep Cuní me hizo la pregunta más difí- cil en su programa 8 al dia: cómo se explica que Podemos sea la tercera fuerza política en Catalunya si no tiene programa ni líder conocido. Le respondí algo así: es que Podemos no necesita líder ni programa. Podemos es un estado de ánimo. Podemos es una bofetada al sistema, sea el español o el catalán. Podemos no es todavía un voto, es una amenaza de voto o de retirada de voto a los partidos tradicionales si no cambian ellos o hacen cambiar las cosas. Podemos es un cabreo inmenso, como corresponde a un país donde los impuestos y los recortes fulminaron a la clase media; como corresponde a una sociedad donde un tercio de asalariados cobran menos de 700 euros brutos mensuales; como corresponde a unas familias que tienen a más de la mitad de sus hijos en paro. Hecha esa descripción, me apresuro a decir que Podemos está haciendo historia y, sorprendentemente, está siendo un factor de equilibrio social. Hace una semana contaba aquí mismo cómo han bajado las protestas callejeras en Madrid y supongo que en el resto de España: un 34% menos que el año pasado en el periodo que abarca del1 de enero al 31 de octubre. La irritación ciudadana se canaliza ahora a través de Podemos. Un alto directivo bancario me comenta que las agresiones a sus sucursales casi han desaparecido e interpreta también que se debe a Podemos, cuya estructura o bien ha dejado de movilizar o se ha convertido en cauce de la indignación. Podemos está siendo una válvula de escape y la esperanza del desprotegido. Anunciar que se le votará es la forma de agredir al poderoso. Ahora presentó sus ideas económicas, quizá inviables en este tiempo e incompatibles con las normas de la UE. Los partidos instalados se apresuran a calificar su programa como utópico y radical. Que no se molesten en esa descalificación: para el parado y para el que no encuentra ninguna esperanza en la oferta de los clásicos, nada es utó- pico y lo más radical es su propio estado de necesidad. Esa es la fortuna histó- rica del equipo de Pablo Iglesias: apareció en escena en el momento oportuno, con una opinión pública que requiere un lenguaje así y una actitud así. A uno de sus líderes le preguntaron si Podemos es de extrema izquierda: “no hay extrema izquierda ni extrema derecha, hay extrema necesidad”. Ha sido el eco de esos millones de almas que Cáritas sitúa en el umbral de la pobreza. Y en medio de ese clima, resulta que Podemos ya gobierna. Decide más actitudes políticas que todos los medios informativos juntos. Influye decisivamente en el lenguaje y las reivindicaciones de la izquierda. Lleva a Mariano Rajoy a un plan de lucha contra la corrupción. Los intérpretes de la actualidad descubren gestos y acciones de Podemos en iniciativas de Pedro Sánchez, como la de reformar el artículo 135 de laConstitución.Todo esto es lo admirable, por no decir lo increíble de este tiempo enloquecido: un partido sin representación parlamentaria está cambiando el país político y modulando el equilibrio social. Guste o no guste , esa es la realidad.
Lowon Y tecla, todavía no gobierna porque no ha sido elegido en ninguna elecciones. No veo que podemos module nada, excepto la palabrería que compite con los otros partidos. Y si Pablo Iglesias dice que ellos no son un partido político sino una herramienta ¿acaso se ha metido de albañil?. La única realidad que hay es del ciudadano que a estas alturas se deja convencer por cualquier mediador político. ¿Fortuna histórica?, no me creo nada de nadie.
Vista desde abajo, y con el agua al cuello, puede que la cuerda de "Podemos" no sirva a la postre para nada, pero es lo único esperanzador que ha asomado en el brocal del pozo en mucho tiempo. L.N.J.
Pues te guste o no, Podemos es lo mejor que nos queda.
ResponderEliminarLo peor: Arthur Mas y Cospedal. Menuda pareja.
Y me gusta, Tecla, me gusta... Podemos es lo que me hace tener esperanzas todavía. Y si estás con la gente, con la gente de verdad, NO hay ninguna razón para votar a otro partido. Ni muerto. Estuve tentado de poner IU y PSOE en las etiquetas de los dos fiambres, pero mejor dejarlo abierto... Juás. Gracias por comentar, moza.
EliminarUy, Lowon. Qué peso me quitas de encima. Venía a borrar mi comentario y luego poner algo más suave.
ResponderEliminarNo tenemos otra opción mejor y Podemos son los únicos que nos hacen tener esperanza.
Leí un artículo de Fernando Onega en La Vanguardia del sábado y que te recomiendo.
Si no lo puedes conseguir me lo dices y buscaría la manera de enviártelo.
"Podemos ya gobierna". Ónega. La Vanguardia. He leído el arranque. El resto es solo para suscriptores. Ag.
ResponderEliminarIntentaré enviártelo. Yo soy suscriptora. Pero en este momento no puedo.
ResponderEliminarLowon ¿dónde gobierna Podemos?, es que así somos, así no va... ¡uff! qué sorpresa... no me lo esperaba.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarL. N. J.
EliminarTe sugiero que leas el artículo de opinión que Fernando Ónega ha publicado hace dos días en el diario La Vanguardia y que más abajo transcribo y lo comprenderás mejor.
Saludos
Tecla, mi dirección de correo @ figura arribota en la página principal del blog. Ahí me lo puedes mandar. Sin dejar datos sueltos por ahí. Graaaaacias.
ResponderEliminarLowon, por más que lo he buscado no lo he visto. Debo de ser una torpe, pero no veo ninguna dirección que ponga @ en la parte de arriba de tu blog, ni tampoco en tu perfil.
ResponderEliminarY mira que me hacía ilusión enviarte la página 23, así, tal cual venía publicada.
PODEMOS YA GOBIERNA
El pasado lunes Josep Cuní
me hizo la pregunta más difí-
cil en su programa 8 al dia:
cómo se explica que Podemos
sea la tercera fuerza política en Catalunya
si no tiene programa ni líder conocido.
Le respondí algo así: es que Podemos
no necesita líder ni programa.
Podemos es un estado de ánimo. Podemos
es una bofetada al sistema, sea el
español o el catalán. Podemos no es todavía
un voto, es una amenaza de voto
o de retirada de voto a los partidos tradicionales
si no cambian ellos o hacen
cambiar las cosas. Podemos es un cabreo
inmenso, como corresponde a un
país donde los impuestos y los recortes
fulminaron a la clase media; como corresponde
a una sociedad donde un tercio
de asalariados cobran menos de
700 euros brutos mensuales; como corresponde
a unas familias que tienen a
más de la mitad de sus hijos en paro.
Hecha esa descripción, me apresuro
a decir que Podemos está haciendo historia
y, sorprendentemente, está siendo
un factor de equilibrio social. Hace
una semana contaba aquí mismo cómo
han bajado las protestas callejeras en
Madrid y supongo que en el resto de
España: un 34% menos que el año pasado
en el periodo que abarca del1 de enero
al 31 de octubre. La irritación ciudadana
se canaliza ahora a través de Podemos.
Un alto directivo bancario me comenta
que las agresiones a sus sucursales
casi han desaparecido e interpreta
también que se debe a Podemos, cuya
estructura o bien ha dejado de movilizar
o se ha convertido en cauce de la
indignación. Podemos está siendo una
válvula de escape y la esperanza del desprotegido.
Anunciar que se le votará es
la forma de agredir al poderoso.
Ahora presentó sus ideas económicas,
quizá inviables en este tiempo e incompatibles
con las normas de la UE.
Los partidos instalados se apresuran a
calificar su programa como utópico y
radical. Que no se molesten en esa descalificación:
para el parado y para el
que no encuentra ninguna esperanza
en la oferta de los clásicos, nada es utó-
pico y lo más radical es su propio estado
de necesidad. Esa es la fortuna histó-
rica del equipo de Pablo Iglesias: apareció
en escena en el momento oportuno,
con una opinión pública que requiere
un lenguaje así y una actitud así. A uno
de sus líderes le preguntaron si Podemos
es de extrema izquierda: “no hay
extrema izquierda ni extrema derecha,
hay extrema necesidad”. Ha sido el eco
de esos millones de almas que Cáritas
sitúa en el umbral de la pobreza.
Y en medio de ese clima, resulta que
Podemos ya gobierna. Decide más actitudes
políticas que todos los medios informativos
juntos. Influye decisivamente
en el lenguaje y las reivindicaciones
de la izquierda. Lleva a Mariano Rajoy
a un plan de lucha contra la corrupción.
Los intérpretes de la actualidad
descubren gestos y acciones de Podemos
en iniciativas de Pedro Sánchez,
como la de reformar el artículo 135 de
laConstitución.Todo esto es lo admirable,
por no decir lo increíble de este
tiempo enloquecido: un partido sin representación
parlamentaria está cambiando
el país político y modulando el
equilibrio social. Guste o no guste , esa es la realidad.
Publicado por Fernando Ónega en el diario: LA VANGUARDIA
EliminarDe momento, ya lo tengo, ahora lo puedes borrar si te interesa.
ResponderEliminarLowon Y tecla, todavía no gobierna porque no ha sido elegido en ninguna elecciones. No veo que podemos module nada, excepto la palabrería que compite con los otros partidos.
ResponderEliminarY si Pablo Iglesias dice que ellos no son un partido político sino una herramienta ¿acaso se ha metido de albañil?.
La única realidad que hay es del ciudadano que a estas alturas se deja convencer por cualquier mediador político. ¿Fortuna histórica?, no me creo nada de nadie.
Vista desde abajo, y con el agua al cuello, puede que la cuerda de "Podemos" no sirva a la postre para nada, pero es lo único esperanzador que ha asomado en el brocal del pozo en mucho tiempo. L.N.J.
EliminarPusieron la ilusión en Zapatero y de esto no hace mucho tiempo Lowon. Pero bien, veremos qué ocurre.
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