Se llama Carlo Pisacane, pero me ha costado identificarlo, por torpón y poco cinéfilo que soy. El otro abuelo magnífico del cine italiano, aparte de Totó. Carlo Pisacane, no confundir con el homónimo revolucionario napolitano. Carlo Pisacane. ¿Carlos Pisaperros? Lo había disfrutado ya en escenas hilarantes en La Armada Brancaleone y en Rufufú. Cuando le he visto repetir el papel de Campanile en Rufufú 2, no me he podido resistir a localizarlo y retratarlo. Es la vis cómica personificada. Lo que en nuestro cine supusieron Ciges o Isbert. Ahí arriba está encantado de estar malito en un hospital de Roma. El médico acaba de desahuciarle. Le ha dado un "infarto de barriga" después de pegarse un atracón surrealista en un restaurante: elige los platos frenéticamente de una especie de noria / expositor. Natural esa cara de felicidad. Debajo de la cama tiene una maleta con ochenta millones de liras y se lo está contando a sus compañeros de fechorías, que han ido a verle: Gassman, Manfredi... Oh, mierda, un spoiler... Y un contexto, qué leche. Carlo Pisacane, como los peces que sólo pueden vivir en aguas puras: él en películas de risa. ¿Habrá hecho algún drama? Sólo se explicaría por enajenación del encargado del casting.A SU PRIMERA BICI MI ABUELO LE PUSO "LOPE DE VEGA" POR LO TARDE QUE SE LA HABÍAN REGALADO. "LOWON" TAMBIÉN ES UN VIEJO NICK, DE CUANDO EN LOS CHATS SE BEBÍA Y HABÍA MONSTRUOS. SIRVA TAMBIÉN PARA ESTE CUADERNO QUE EMPIEZA. DE LOS TEXTOS E ILUSTRACIONES QUE CONTENGA, SALVO MENCIÓN O CITA EXPRESA, Y MÁS POR LOS MERODEOS POLICIALES QUE LOS PROPIOS DE LA VANIDAD, SOY YO EL ÚNICO AUTOR Y RESPONSABLE A TODOS LOS EFECTOS, Y AFECTOS, SI LOS HUBIERE. (2007)
viernes, 9 de diciembre de 2011
NO ES TOTÓ, ES MEJOR
Se llama Carlo Pisacane, pero me ha costado identificarlo, por torpón y poco cinéfilo que soy. El otro abuelo magnífico del cine italiano, aparte de Totó. Carlo Pisacane, no confundir con el homónimo revolucionario napolitano. Carlo Pisacane. ¿Carlos Pisaperros? Lo había disfrutado ya en escenas hilarantes en La Armada Brancaleone y en Rufufú. Cuando le he visto repetir el papel de Campanile en Rufufú 2, no me he podido resistir a localizarlo y retratarlo. Es la vis cómica personificada. Lo que en nuestro cine supusieron Ciges o Isbert. Ahí arriba está encantado de estar malito en un hospital de Roma. El médico acaba de desahuciarle. Le ha dado un "infarto de barriga" después de pegarse un atracón surrealista en un restaurante: elige los platos frenéticamente de una especie de noria / expositor. Natural esa cara de felicidad. Debajo de la cama tiene una maleta con ochenta millones de liras y se lo está contando a sus compañeros de fechorías, que han ido a verle: Gassman, Manfredi... Oh, mierda, un spoiler... Y un contexto, qué leche. Carlo Pisacane, como los peces que sólo pueden vivir en aguas puras: él en películas de risa. ¿Habrá hecho algún drama? Sólo se explicaría por enajenación del encargado del casting.
No hay comentarios:
Publicar un comentario