
En el punto social de la risa el miércoles hubo una cumbre. Un penalti en la tele. Un penalti que no se pitó. Un ser humano en su razón y peso, enfadado como un mandril, gritó hacia la pantalla en un silencio de bar: "¡¿Que no ha sido penalti?! ¿Que no? ¡Eso es un penalti bíblico!". Amén.
que tal don cristobal,saludos ya nos veremos en el punto de encuentro
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