Vuelve el enterrador, Goirigolzarri, arriba. Capitoste de los funerales de Bankia en su momento, ahora oficiará el funeral fusión (léase como flamenco fusión) entre Caixa Bank y Bankia. Cuando hablo de funerales y entierros, hablo de nuestro dinero. Divertidas y ceremoniosas fiestas donde palman nuestros euros como novatos en una timba de póquer. Los millonarios se juntan precisamente para despedir camareros y a toda la gente de la cocina ahora que todas sus sucursales se van a llamar lo mismo: Banxia, un suponer, muy artístico; Xiabank, otro suponer, tirando a chino; y el que más me gusta por significativo y apropiado: KKX. Entre la mierda y el Ku Klux Klan. Dios les inspire con el nombre del nuevo vampiro gigante...
Por lo pronto, los ajos han subido en bolsa.