Fernando López Aguilar, de lo mejorcito del PSOE menos malo de antaño, acusado de maltrato por su exmujer en lo que a todas luces se sospecha la denuncia falsa y trapera a la que ya lo tenía amenazado la señora de seguir el susodicho con los trámites de divorcio. López Aguilar no se amedrentó y ahí lo tenemos, denunciadito, apestado, troglodita, asesino de masas femeninas a la espera de que también haya tolerancia cero contra las mujeres que se aprovechan de una legislación que no necesita ninguna carga de prueba para arruinarle la vida a cualquiera con pito, sea finalmente culpable o no.
Y, por supuesto, Tony Cantó, de lo mejorcito de sí mismo, maltratado psicológicamente hasta la consunción política, reventado por otro superego femenino, la rubia fatal más tóxica que haya aparecido por los escenarios nacionales desde Rosa Morena, otra rosa, Rosa Diez, resto del mundo Cero.
