
La expresión de arriba no es de las más habituales de Jerry Lewis. Por eso está. Lo suyo era estirar las comisuras hacia arriba, sacar los paletones al mundo y humedecérselos con la lengua. Oh, cielos... ¿Y eso tiene gracia? Toda la del mundo. El otro paletón que me hacía gracia (no siempre, pero a menudo; uno es de risa fácil) era Paco Martínez Soria. Nacional y con un único registro. Entornos y metabolismos de contraste. Campo-ciudad, hombre-mujer, vejez-juventud... Hay más días para pintarlo, con pintura de camuflaje. El bueno, ególatra y enfermito Jerry Lewis aún sigue entre nosotros (vivo) y organizando un telemaratón anual para recaudar fondos contra la distrofia muscular. Ole sus huevos. Me ha dado nostalgia de aquellas películas de cuando era niño y las estoy descargando todas. Como me sugiere A., el sinvergüenza de Dean Martin hacía el papel del guapo de los Calatrava. Quiero las pelis de la pareja y las que hacía de prota él solo. Espero que aguanten el tirón en pleno siglo XXI y con Jim Carrey, su discípulo histriónico (que ya es decir) con el prestigio por los suelos. ¿Qué prestigio? De acuerdo, el Show de Truman lo hace Chiquito de la Calzada y no es lo mismo, pero habría tenido más gracia. Unas instrucciones de dirección para el artista: "Chiquito, tú como el Bill Murray el día de la marmota, pero sin saberlo"... Acandeclaun.
Uno de mis héroes de pequeña. El otro era Starsky. Sí, siempre me han gustado feos.
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